Durante más de tres décadas, España ha sido un líder silencioso en políticas innovadoras sobre drogas. Aparte de su mundialmente conocida clubes sociales de cannabis. Su influencia internacional sigue siendo limitada, en parte porque España nunca emprendió un proceso formal de despenalización; el consumo y la posesión de drogas para consumo personal simplemente nunca fueron penalizados en su Código Penal. Sin embargo, el enfoque español es todo menos sencillo, marcado por complejas divisiones regionales y políticas locales distintivas que hacen difícil identificar un “modelo español” cohesivo. |